El surgimiento de los medios electrónicos han generado una… evolución de la forma en la que nos comunicamos. Así, los emojis y los emoticonos forman ahora parte de un nuevo nivel de lenguaje y esto, por supuesto, genera importantes consecuencias en el ámbito jurídico. Resalta, por ejemplo, un caso conocido en tribunales israelíes, y que tuvo las siguientes características: En una red local de comercio electrónico conocida como yad2 (http://www.yad2.co.il/), el señor Yaniv Dahan ofertó una propiedad en alquiler, al poco tiempo respondió una persona mediante un mensaje de texto en el cual dijo:
Lo que puede ser traducido se lee como: “Buenos días, interesado en la casa, sólo se necesitan discutir los detalles, cuándo está disponible?”.
Como consecuencia del anterior mensaje, el demandante retiró el anuncio de la casa de dicha red, procediendo a entrar en negociaciones con el demandado, el cual simplemente desapareció luego de ello.
El dueño del inmueble decidió demandar al ofertante, aduciendo que su respuesta le había motivado a retirar el anuncio, impidiendo que efectivamente pudiese conseguir un cliente. Entrando a conocer al fondo del asunto, el juez Amir Weizebbluth, dedicó un párrafo al significado negociador y contractual de los emoji y los emoticones.
Este dijo, en traducción libre, lo que sigue:
“…Este es el lugar para referirse una vez más a los símbolos gráficos (íconos) enviados por el Demandado 2 al Demandante. Como se ha indicado, bajo estas circunstancias, no indican que las negociaciones entre las partes hayan madurado en un acuerdo vinculante. Sin embargo, los símbolos enviados apoyan la conclusión de que los acusados actuaron de mala fe. De hecho, las formas de expresión de las partes de esta negociación pueden adoptar diferentes formas, y hoy en día, en los tiempos modernos, el uso de los íconos emoji también puede tener un significado que indica la buena fe del bando en las negociaciones. El mensaje de texto [cargado de emoji] enviado por el Demandado 2 el 5 de junio de 2016 estuvo acompañado por unos cuantos símbolos, como se mencionó. Estos incluían un smiley, una botella de champaña, figuras de baile y más. Estos iconos transmiten gran optimismo. Aunque este mensaje no constituía un contrato vinculante entre las partes, este naturalmente condujo a la gran confianza del demandante en el deseo de los demandados de alquilar su apartamento. Como resultado, el demandante retiró su anuncio en línea sobre el alquiler de su apartamento…”.
Este interesante pronunciamiento dio importancia al contenido de los emojis como manifestación de la voluntad de la persona que estaba contratando, estableciendo un precedente que resulta importante tomar en cuenta, habida consideración que de los mismos podrían desprenderse importantes consecuencias para partes que se encuentren conversando de algún negocio jurídico.
En el frente penal, el uso de emojis puede también tener consecuencias. Supongamos, por ejemplo, que alguien escribe a otro, dentro de un grupo o foro de comunicación, “Eres un pedazo de .”
¿Constituiría este mensaje un acto injurioso? La respuesta a esta pregunta ameritaría más tiempo del que tenemos disponible en este espacio, pero nuestro consejo es siempre andar con cuidado al momento de emitir comunicaciones, de cualquier tipo, por medios electrónicos.
